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elocua tecomame 

Paleografía: ELOCUA TECOMAMEH
Grafía normalizada: elocua tecomame
Traducción uno: "Los que tienen la cabeza lisa como jícara, redonda como mazorca"
Traducción dos:
Diccionario: Durán
Contexto:ELOCUA TECOMAMEH : "Los que tienen la cabeza lisa como jícara, redonda como mazorca"
(Elocua tecomame)
Había otros muchachos, que eran como monacillos, que servían en este templo, que servían de cosas manuales, como era enramar, componer los templos de rosas, y juncia, y dar aguamanos a los sacerdotes de administrar navajuelas para sacrificarse, de ir en lo que iban a pedir limosna para traer la ofrenda.
Llamaban a estos mancebos recogidos § elocuatecomame § , que en nuestra lengua declarado este nombre es casi disparate, porque para denotar la cabeza rapada toma de Tecomatl, que es liso, y para decir que aquella cabeza tenía corona tomaba elotl y componían "cabeza lisa como jícara, con cerco redondo como mazorca", y esto quiere decir § elocuatecomame. § Estos recogidos tenían licencia de salir por la ciudad de cuatro en cuatro y de seis en seis, muy mortificados a pedir limosna por los barrios y tenían licencia, cuando no se la daban, de llegarse a las sementeras y coger las mazorcas que había menester, sin que el dueño osase hablarles, ni evitárselo, ni había de decir "bien hecho" ni "mal hecho" es. Tenían esa licencia porque vivían en pobreza, sin tener renta ni de donde poder comer, sino de lo que pedían de la limosna y cogían en las milpas para la sustentación del día. También vivían en castidad y penitencia. No podía haber más de estos penitentes, el ejercicio de los cuales era atizar la lumbre del templo que siempre ardía y traer leña que había de arder; enramar y aderezar el templo, levantarse a media noche a tañer unos caracoles con que despertaban a la gente del velar al ídolo por sus cuartos de noche, porque la lumbre no se apagase, administrar el incensario con que los sacerdotes incensaban al ídolo a media noche, y a la mañana, y medio día, y a la oración. Llamaban a esta cerimonia de incensar tlenamactli. Estos, a la hora de que acababan de incensar, a la hora dicha de la noche, se iban a un lugar particular y se sacrificaban los molledos de los brazos, y la sangre que se sacaban, poníansela por las sienes hasta la bajo de la oreja, y de hecho el sacrificio, se iban luego a lavar a una laguna. Estos mozos no se embijaban ni ponían ningún betún ni en la cabeza, ni en el cuerpo. Su vestido era una manta de nequén, muy áspera y blanca. Durábales esta penitencia y ejercicio un año cumplido. (T.I, p. 25)
Fuente: 1579 Durán
Notas: h --